lunes, noviembre 14, 2005

Máquinas



Liniers

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

"Así que a través de los crespúsculos interminables soñé y esperé,
aunque no sabía que esperaba. Entonces en la soledad sombría mi
añoranza de la luz creció tanto que no pude descansar más, y levante
las manos unidas a la torre solitaria y ruinosa que se alzaba sobre el
bosque al firmamento desconocido.
Y finalmente decidí escalar esa torre, aunque pudiera caer; ya que es
mejor contemplar el cielo y perecer, que vivir no viendo jamás el
día."

H.P. Lovecraft, "El Extraño"

6:59 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Todo esta tan lejos, mis manos, mi boca. Hay una pantalla de vacío que me separa del resto, de todo. Un filtro de sociedad, de cuerpo y mente.

¿Por qué escucho mis pensamientos?

Ser una mosca, un objeto inanimado, fuego, lo abstracto, un pensamiento, un razonamiento, un lazo afectivo. Convertirme en el vacío que rodea y genera a todas las cosas y no-cosas.

Quiero a alguien que me de respuestas, que me mienta y me sumerja en la mentira de que existen las respuestas verdaderas. Alguien que sea tan falso como para hacerme sentir segura, valiéndose de lo que hay a su alrededor (o en su físico-mental-emocional)

Que inmensidad (eterna e instantánea) de falsedades que escribo. Porque todo es mentira y el pesimismo no existe más que en mi infidelidad a la ignorancia de saber lo que soy. Que no soy...nada.

Porque es mentira. Existir, ser, saber, amar, soledad. Vacío es verdad, que en realidad no existe. Porque verdad no existe. Vacío...sólo...vacío.

¡Qué mundo tan monótono! Este, lleno de nadas disfrazadas, de vacíos pintaditos.

Ya nada es nada, y todo es infinito expandiéndose y comprimiéndose. Es eternamente compresible hasta es final. Vacío, o nada, que es mejor. Tiene más sentido. Más sentido que que todo explote, o que todo se consuma a si mismo.



Consumirme, consumirte. Nada.

6:45 p. m.  

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