miércoles, febrero 23, 2005

Homicidio

¿Debía morir allí sentado?
La tiranía de su perfume no se lo permitía. Era demasiado. Se agitaba y el corazón comenzaba a latirle con más fuerza, reclamando libertad, y estaba muy cansado y muy enamorado para irse.
Recostado a su lado la veía, y luego se veía a si mismo horas antes, lleno de esperanzas y miramientos para con la noche que, jamás tan ajena, ahora lo abrazaba calurosa, pero nunca cálida como su respiración, como el roce de su piel con la suya, casual en su momento, un accidente provocado.
Y allí estaban ahora. El final previsible. Lo deseado, ¿pero era lo esperado?
El solo sabía que la quiso, y la quería, pero… ¿y ahora?. Sentía un terrible vacío. Su deseo se cumplió, pero los sueños nunca son como se los recuerda.
Se levantó despacio, tratando de no despertarla, y caminando hacia el balcón se apoyó en el barandal, dando una pitada a lo que quedaba de su cigarrillo. El humo se perdía en el aire y se elevaba por sobre el paisaje de la ciudad insomne, donde se podía oír pasar de vez en cuando un auto en la lejanía, donde sus ojos se perdían mirando el horizonte urbano, el límite entre las estrellas sofocadas y los monolitos pardos.
El fuego entre sus manos se extinguió con una ráfaga de viento, y así también él comprendió que su amor se había ido con ese último cigarro, con esa última brisa…
Como si no estuviese tocando el suelo, fue hasta su lecho arrastrándose entre las penumbras, y beso tiernamente su regazo.
Sintió como la indiferencia se apoderaba de ese adiós y supo que terminaría ganando toda memoria de su relación. ¿Por qué?, se preguntaba una y otra vez, ¿por qué?, le preguntaba al cadáver que había dejado junto a ella, junto a la ventana y la noche.
Algo había salido mal.
Y así, sin torturarse más con algo que ya había muerto, cerró la puerta tras de sí mientras que en la otra mano llevaba su saco.

Lo curioso es lo que ella nunca sabría. Que la misma noche en que alguien le había devuelto la vida, el olvido había reclamado otra a cambio.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Si hay algo mas doloroso, que perder el amor por esa persona, que sabes q te dio todo y por la cual diste todo... es que la persona con quien estas, pierda todo amor por vos de un dia para el otro.. y te deje con esa sensacion de no poder culpar a nadie....

4:35 p. m.  

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