jueves, diciembre 09, 2004

Soledad 3/12/04

En este momento lo único que me separa es mi integridad.
Mi cordura me encadena. ¡Hay esperanza!
Y de repente pierdo las fuerzas de mi desesperación.
Necesito mi desesperación.
El mundo no es tan abierto y amplio para quien es como yo, más que nada porque no creció como yo.
Me lastimo, y a veces derramo lágrimas sobre el colchón, y a veces sobre el agua.
Y creo que necesito un golpe, un muy buen golpe que me haga entrar en razón y unirme.
Si…, escribir es bueno, agradable, pero no me subsana, me cimienta.
Y amo lo que no soy, envidio lo que no me faltaría.
¡Porque lo sé!, ¡lo idealizo!
Así que no me vengas con tus juicios y tu locura. No.
Venime con un puño cerrado, con nudillos de la vida dispuestos a voltearme.
Dañame, Quiero una cicatriz y quiero saborear la sangre mía.

Volteame.
Despertame.

Una última lágrima de luz idea sobre el papel.