lunes, julio 18, 2005

Bitácora de esperanzas.

Día 6

¿Hasta que punto el mundo nos puede tragar sin atorarse?, ¿cuánto del mundo podemos engullir antes de atragantarnos?
Dudo ahora de si la vida es ganar cosas: dinero, amor, amistades, experiencias, o acaso se trata de perderlas…
¿Está el vaso vaciandoce, o se está llenando?
Cuando intento ver todo en perspectiva, solo veo dinámica, ni siquiera caos: dinámica.
Solo el cambio permanece, esa máxima que Heráclito defendía parece también el modelo estético que tienen todas mis ideas mientras más se acercan a lo que podría considerarse cierto. Es extraño…, me topo con verdades ya no tan relativas últimamente, como si el mundo empezase a tener bases ¿desde ahora?
Mañana parto…, si, hace una semana que estoy esperando el momento. No estoy muy seguro de cómo voy a afrontarlo. No quiero despedirme…, no quiero que me despidan. Eso me haría sentir peor, como si definitivamente la distancia-abismo-abstracto que mediaba entre mi familia, mis amigos y yo, triunfase, abriese el portal y viajase de la dimensión horrible en la que se gestó hacia esta, la realidad. Como si se MATERIALIZASE.
Pero…, es necesario, creo. Es lo que quiero, es lo que necesito, lo sé, no me equivoco.
Los perfectos conocidos dejan de serlo, en vez de ser algo más.
El vaso está medio vacío.