viernes, septiembre 09, 2005

Guerrero postrado



Caer lentamente,
en la menester posibilidad
de morir dignamente,
de recurrir a una deidad.

Derruido y estropeado,
Gritando y exclamando:
¡Otro dia más
en este mundo malvado!

Camina con violencia,
habla con vehemencia.
No puede soportar mas
la hipocresía,
la ignominia,
El estar...
En esta miseria,
En este vasto mar.

Y con sus verdes ojos mira
el horizonte y suspira.
El piensa por dentro
cuan lejos a llegado
solo para ver,
postrado y amargado,
su honor en lo alto,
su vida que ha pasado...

Y una lágrima rueda
por su mejilla de basalto.
Él es ahora un extraño
para el mundo que ha amado,
pero nunca lo será
para un hermano lejano...


Para Mauro, hace mucho.

domingo, septiembre 04, 2005

El progreso


Uno está parado ahora mismo, en el presente, y no puede evitar echar un vistazo al futuro, pasear la vista por el horizonte.

Me pregunto a veces si algún día voy a recordar estos momentos con alegría o anhelo por volver, aun sabiendo que no puedo, porque son tiempos más felices que los que nos toquen vivir a medida que pasen los años.
No hace falta ser un gran visionario. Hay otros que ven por nosotros. Tampoco hace falta ser participe del desarrollo. Es algo indetenible ahora.

El viento sopla ya muy fuerte sobre las alas del ángel de la historia. Parece que la ciencia augura cambios tempestuosos en nuestra forma de vida, ¿y quien descree de la ciencia?
Es desconcertante…, aunque no se está muy seguro de si el tiempo va a ser suficiente para asimilar todo lo que esté por venir. Yo pensé que siempre iba a estar dispuesto a aceptar el porvenir, recibir como buenas noticias los pasos hacia adelante, confiando en fuesen siempre en la dirección correcta. Pero tengo miedo ahora creo, miedo a que la sociedad que impulsa lo que como individuos jamás podríamos termine por considerarnos indiferentes, irrelevantes. Que el verdadero valor de cada uno como ser humano se pierda entre los instrumentos de los que nos servimos para ser una parte funcional de esa sociedad. No quiero morir tragado por el progreso. No quiero dejar morir al significado y toda esa “magia”, que no se nombrar con su verdadero nombre, en el camino que dejamos atrás. Y sin embargo, no me puedo oponer, ni aún lo haría de poderlo hacer.

No sé porque me imagino que nos esperan cosas jodidas, pero de verdad jodidas, y que el reto genuino con el que vamos a tener que enfrentarnos es conciliar el progreso con el mundo en el que vivimos, sin desaparecer en el intento…

¿Podemos mantenernos a la altura de lo que aspiramos a ser y hacer?